domingo, 22 de noviembre de 2009

De donde vengo...


Vengo de baños de ríos,
de frijoles como ración diaria,
de tortillas hechas a mano
y de tomar café de talega.

Vengo de miradas silvestres
de comidas en estufa de leña
de noches con cantos de grillos
de luz con lámparas de petróleo.

De sentir el clima en la planta de los pies
de respirar el aire limpio
de inventar dibujos en las nubes
de seguir ilusionada el arcoíris.

Vengo de una tierra lejana
de mezquites, sahuaros y pithayas
de cantos de cardenal en la madrugada
del zenzontle imitando sonidos.

Vengo de perderme entre girasoles
de extraviarme entre los maizales
de subirme a los barrancos del río
de maravillarme del rocío en las hojas.

De vivir cerca de muchos animales
de aprender cuando nacía el conejo,
anidaban los pájaros o empollaba la gallina,
y cuando la yegua estaba enamorada.

Vengo de lluvias y tempestades
de una milpa entre dos ríos
de las tormentas que causan miedo
de respetar a la fuerza de la naturaleza.

Vengo y aunque se a donde voy
quisiera sólo un día vivir esos momentos
cuando sentía el maullar del gato consentido
y la cola de mi perro acariciar mi rodilla.

Y acaso ese origen mío me hace
no sobrevalorar las cosas mundanas,
¿acaso es que deseo sólo volver a mis raíces?
¿con aquel vestido amarillo gastado en usarlo?

Cuando el olor de pan hecho por mamá
impregnaba nuestra humilde cocina
cuando papá ordeñaba a las vacas
¡ Y cuando mis hermanos me jalaban las trenzas!
***
Vicky E.Durán
Nov.2009

lunes, 12 de octubre de 2009

Descubriendo América


¿ Eran las tribus perdidas de Israel?
¿ o los pueblos nómadas de Siberia
que en el último glacial cruzaron
el estrecho de Bering?
¿ Cómo los inuits se diversificaron
en apaches, mayas, quechúas y mapuches?
y derivaron en amerindios… sioux, pies negros,
pimas, papagos, yaquis, seris, toltecas, aztecas,
olmecas, tarahumaras, huicholes y tantos más
pobladores a lo largo de sus tierras?

América o Abya Yala o Cem Anáhuac
o Las Indias
¡ como se asemejan tus ciudades de Caral,
Machu Pichú y Chichen Itza a Egipto!
¡ Oh… grandes misterios!
o fueron los vikingos los primeros que
pusieron sus huellas en bello continente?
el continente joven, el inhóspito, el virgen,
el misterioso, el de formas sugerentes,
dicen: cuando Dios hizo el Edén… pensó en América
y en México su historia lo vió como Aztlán
donde moraba el Dios Huitzilopochtlli…

Gran continente de tantas culturas,
de tantas diversidades, de tantas tradiciones,
de valles, desiertos, selvas y clima tropical
donde emergen en su mayor llanura
los casi rasgados ojos y piel bronceada,
el pelo oscuro y dientes blanquísimos,
de gente que ama a la tierra que siembra
principalmente el frijol y el maíz…
donde existió un indio al que le decían
El Dorado, reluciente como el sol!

Donde Américo Vespucio hizo sus trazos
y donde Cristobal Colón navegó por mucho tiempo
en La Pinta, La Niña y La Santa María
hasta gritar ¨¡ Tierra a la vista !¨
aquel 12 de Octubre de 1492-
¿ Cómo eran las indias que descubrió Colón?
¿ y como eran sus tesoros?
¿ que dicen esos grandes libros de navegación?
¿ que cuentan los hispanos de la conquista colonial?
ellos le llamaron Intercambio de oro, tesoros, alimentos…
y el penacho de Moctezuma aun siguen sin devolver.

¡ Oh gran conquista de América!
España de los pueblos incas y aztecas
Francia de Canadá
Portugal se adueño de Brasil,
Reino Unido de Norteamérica
Y Alaska en manos de Rusia quedó…
Se trazaron las rutas exactas de acceso
aquel continente bello y misterioso
poco a poco fue sucumbiendo ante la conquista
de los pueblos con mayor fuerza,
los indios miraban como Dioses,
aquellos hombres vestidos con armadura.

Con su descubrimiento vino Cortés
e invadió a Tenochtitlán…
la era de mestizaje en el imperio azteca
la era de los cambios e intercambios
la era de la caída de los dioses
la era de un nuevo mundo
los indios no pudieron con sus lanzas
defender sus tierras y posesiones,
los indios no pudieron proteger a sus
bellas mujeres de cabellos largos,
donde emergían lágrimas de ojos tristes…
nacían mestizos, ya no era la raza original…

¡ América la bella fue conquistada !
y nuestros antepasados tuvieron un hermoso regalo
nos trajeron el mensaje de un nazareno
que la vida dio por sus hermanos,
el cristianismo arribó unido a la barbarie
… ¡ llévense los tesoros quemando los pies a Cuauhtémoc!
… ¡ no devuelvan el penacho de Moctezuma!
… ¡ ni el oro de El Dorado!
el gran tesoro que nos dejaron
es el amor de un Dios único
que en forma de Jesucristo
murió hace 2000 años
por amor a todas las personas
ofrendó su vida crucificado.

***
Vicky E.Durán
Octubre 2009

jueves, 17 de septiembre de 2009

Remembranza nostálgica


La vida esta partida
en muchas y diversas historias,
la vida esta dividida
en muchos lugares y memorias.
***
Volver a ver con ojos de adulto
lo que se vió con ojos de niño,
no es igual en tamaño, no oculto,
pero es el mismo cariño.
***
Al recorrer esos lugares
es ir recogiendo pedazos de infancia,
dejados en el suelo, esparcidos en el aire
guardados en el tiempo y la distancia.
***
Volver a ese lugar
donde quedó parte de la vida,
es sentir los recuerdos agolpar
y la sencillez del hogar ¡ que no se olvida !
***
Oír las risas, voces y cantos del ayer,
los juegos infantiles, la naturaleza exaltada,
es rememorar esas vivencias sin querer
y sentir lágrimas calientes en la cara.
***
Oír las palabras de cariño,
sentir los cuidados de la madre,
el amor fraternal de los hermanos aún niños
y el fiel amparo del padre.
***
Volver a reconocer el camino andado,
volver a sentir el olor no olvidado,
redescubrir cada árbol aún plantado
y las ruinas de un hogar del pasado.
***
La impotencia de cambiar
los momentos ya pasados,
el deseo irresistible de no dejar
el abrazo protector de los que nos amaron.
***
En cada paso que se dá
es volver a ver al niño que una vez se fué,
es tener un encuentro con uno mismo,
¡ muchos años después !
***
Vicky E.Durán
Abril 2002
Sásabe, Sonora
* Al volver al lugar donde viví de los 3 a los 9 años,
la foto corresponde a la casa de mi infancia, tal
como la encontramos en el 2002, al fondo es donde
aún pasa la línea divisoria con USA.

miércoles, 5 de agosto de 2009

Tributo a mi madre


Para Ana María Durán Cruz
1º de Enero de 1926 - 06 de Agosto de 1988
♥♥♥
Hace un año escribí algo similar pero perdí ese escrito, en episodios trato de narrar la vida de mi madre, les anticipo que es un escrito largo, pero deseo que lo lean.
***
Episodios:

A) Erase una vez una niña sonorense con trenzas al aire y la piel color durazno.

Día primero de enero
un calendario en 1926
Rancho Los Chirriones
Sáric Municipio de Sonora
nacía una niña de ojos cafés
de mirada triste y soñadora
con el durazno en su piel
cabello color trigal
y sonrisa encantadora…

Tercer hija de siete hijos vivos
en seno del hogar Durán Cruz
padre con antecedentes indios
sangre de yaqui ya civilizado
altísimo y fuerte como roble
de mirada fija y escrutadora
acerados ojos ocultaban corazón noble,
madre bella y delicada
cuidaba de ellos como joyas en cofre.

Madurez a destiempo
retrataban sus ojos infantiles
caminaba muchas leguas
en desierto inclemente y espinoso
casi descalza, en vestido raído
sudor en su frente, cansancio en su rostro,
espinas y piedras en el camino
criatura indefensa, entes peligrosos…

B) Cual bella flor sonorense, las trenzas se destejieron y sus cabellos volaban ante el aire de la ilusión.

¡ Cuántas veces se ilusionó ante el amor!
el amor vistióse de jinete gallardo a caballo,
del hombre bueno y sincero que la pretendió
aquel que le daba las flores mas hermosas de Mayo,
el que la desilusionó una tarde de primavera
entre perfumes de espuelitas dijo: ¨con otra me caso¨,
¿ Cuántas veces le laceraron su corazón
para que dejara pasar tanto el tiempo sin un abrazo?
¿ Cuántas veces pesó mas el deber de hija abnegada
y dejó pasar el amor que le ofrecían buenos muchachos?
¿Cuántas veces en su ventana se oyeron bellas serenatas?
¿Cuántas veces el amor quedo en la espera de un solo paso?

C) Mujer madura… hombre joven, el amor llamó a su puerta que creía cerrada para siempre.

Llegó una tarde fría de naciente invierno
un hombre joven, callado y solitario
inmensas ilusiones en su rostro sereno
con el alma de poeta, trovador nato,
recitaba y escribía los versos más tiernos,
que el alma de mujer comenzó a amarlo
sin medida, sin culpas y sin freno,
estuvieron juntos muchos veranos
se juraban cada noche amor eterno
unían sus corazones, cuerpos y sus manos
Ella muy dentro sentía que El era sincero
apostó por ello su vida pero todo fue vano
una tarde el marchó cual amor pasajero
detrás dejó a mi madre conmigo y mis hermanos
Ella nos sacó adelante con voluntad de acero
jamás le oí hablar mal de mi padre al contarnos
la historia a su lado y sus bellos recuerdos
guardaba celosamente los versos de antaño
en aquel baúl ya empolvado y viejo,
me los entregó un día como testamento extraño
me dijo: ¨te pertenecen desde hoy te los dejo¨
ahora soy la que celosamente los guardo
y cada vez que quiero rendirle tributo: ¡ Los leo !

D) Una madre valiente luchando por sus hijos ante la adversidad del destino.

Cual gitana valiente
viajando con lo necesario
trabajos inclementes
por un raquítico salario
gotas de sudor en su frente
a sus hijos alimentarlos
madre amorosa y fuerte
de ella nunca faltó un abrazo
el beso cariñoso siempre
y sentarnos en su regazo.

Luchadora incansable
proveyendo el alimento
nunca sufrimos hambre
ni carencias en sentimientos
forjaba metas alcanzables
en aquellos duros momentos
darnos el estudio realizable
con su breve sustento,
siempre su sonrisa amable
siempre su rostro contento.

E) El amor sereno tocó de nuevo a la puerta que se encontraba cual portón de hacienda del antiguo México.

Era un hombre rudo
era un hombre de campo
con el ceño fruncido
de tanto haber trabajado,
morena la tez
piel de bronce, no muy alto,
los ojos azabache
el sombrero un poco ajustado
el traje de mezclilla
cinturón de cuero anudado
botas de vaquero
y un cigarrillo en sus manos.

Se sentaba en aquella piedra
muy pensativo fumando,
pasaba esa hermosa dama
y se hacía el disimulado,
pero hacia un gesto respetuoso
quitarse el sombrero a su paso,
esa dama un día se vio ella misma
por la ventana atisbando,
encontrando interesante al hombre
que parecía estarla esperando.

El le ofreció un nuevo hogar
afincado entre dos ríos un rancho
le ofreció que la iba a amar,
le ofrendó respeto y el amparo,
le dijo que nos iba a cuidar
nunca mas lloraría al dejarnos,
pasaron muchos años juntos
luchando día a día, brazo a brazo,
nunca nos abandonó ese gran padre
ni cuando ella murió en sus brazos.

F) Esos últimos días…
Recuerdo tu rostro de esos últimos días
avisando con la mirada que ya te nos ibas
sintiéndonos cerca, dándonos todo
y yo… no lo sabía.
Una semana unidos los cinco
mis hermanos arreglando la huerta
mi padre trabajando incansable
y yo tan joven e inexperta,
miraba pasar los días iguales
en esas tardes veraniegas.
Te recuerdo aquel día diferente
sentada a la luz matinal de aquella puerta
tu cuerpo enjuto y enfermo
proyectaba como fantasma tu silueta
tu leve y dulce sonrisa
la mirada de tristeza envuelta
¿ Cómo imaginar que ese era tu último día?
¿ Cómo saber que al día siguiente estarías muerta?
¿ Cómo no besé tu rostro intensamente
antes que tu piel estuviera yerta?
¿ Cómo es que no velé tu sueño?
¿Cómo es que no me mantuve despierta?

G) Tu último aliento…
Contemplé tu rostro amado, ví tu agonía,
miré tus labios ya secos y pálidos,
quizás queriendo musitar ¨Adiós¨
sólo sentí un quejido leve y cálido,
que de tu boca brotó.

Y tus ojos hundidos, me dieron temor,
sentí que casi no respirabas,
traté de sentir tu pulso, tu corazón,
sentí tu piel ya casi fría,
tu boca lanzó su ultimo suspiro
me dijeron: ¨Fue lo mejor¨

Veo el rostro de mi hermano mayor
intentando darte su aliento
golpeando tu pecho incesante
tocando tu pulso a cada momento
las lágrimas en sus ojos
me decían: ¨Hermana… lo lamento¨

¡ No lo creí ! pero era realidad
¡ Habías dejado de existir!
lloré sobre tu cuerpo inerte
y mi corazón no lo podía resistir
quise gritar de dolor
y a todos decirles mi sufrir.

Besé tu rostro yerto,
tus manos frías otrora cálidas y amorosas
las apreté con fuerza en busca de caricias
te dí tu última despedida llena de rosas
había claveles, lirios, margaritas y jazmines
recorrí ese camino doloroso tras la carroza
mis pasos pesados, lentos y muy tristes
sentía negra mi vida antes color rosa
luto en mi corazón, lágrimas bañaban mi rostro
después tu cuerpo depositado en una fosa.

Quise llorar a gritos
darte esa última despedida en soledad,
llorar, llorar y de nuevo llorar,
porque de la tierra ¡ no se vuelve jamás!
estar contigo en tu última morada
platicarte, hacerte cariñitos y esperar
creía estar soñando y quería despertar.

Ahora sé que cumpliste con nosotros
ser buena madre fue tu misión,
que Dios te llamó en el momento justo
por tu gran corazón,
que ahora eres nuestro angel guardián
¡ y que siempre he tenido tu bendición!

H) Bendita madre que siempre con devoción tu amor nos entregaste y a mi siempre me inspiraste.

¨Madrecita yo quisiera regalarte lo principal
como algo bueno que darte
pero no tengo riquezas ni dineral
pero con todo corazón
te ofrezco mi amor limpio
y pongo en tus manos mi cariño.¨
(Extracto de mi primer poema Pensamiento a mi madre, a los 8 años)

¨Si al pasar el tiempo
correr la vida
piensas que nadie te ha querido
piensa en áquella que te dio la vida¨
(Versos de mi poema Bendita Madre, 1984)

¨Mami eres como un sueño
que se pierde y aparece
que se esfuma y vuelve
pero que al fin se queda
en mi mente eternamente¨
(Breves versos de 1987)

¨Una carta cruel recibiste
de hiriente contenido su interior,
¿callarte? ¿contestar? ¿enfrentarlo?
¿marcharte? ¿quedarte? ¿dejarlo?
¡ marcharte fue tu determinación!
demostraste tu firme dignidad y valor ¨
(Versos del Poema La Carta Cruel, 2000 recordando parte de su vida)

¨Soy un fruto germinado
en esa planta de tu vientre,
imprimiste cual molde cincelado
rasgos tuyo en mi por siempre¨
(Versos del Soneto a Mi madre, 2003)

I) Reconocimientos de una hija a su madre:

Reconozco que gracias a ti existo, porque Dios a través tuyo me dio la vida.
Reconozco la gran fuerza que tuviste para aceptar esa responsabilidad.
Reconozco tus desvelos, tu lucha incesante por sacarnos adelante.
Reconozco tus tristezas, lágrimas y soledades que sufriste por nosotros.
Reconozco tu confianza depositada en mí para darme libertad en mi vida.
Reconozco ese aliento que siempre nos diste para superarnos.
Reconozco los principios, los valores y consejos que me diste.
Reconozco tu entrega generosa hacia mi persona.
Reconozco tu valor para afrontar tus enfermedades.
Reconozco tu gran valor como persona, como mujer, como madre y como hija.
Reconozco tu entrega hacia las demás personas, tu hospitalidad y servicio hacia tus semejantes.
Reconozco tu gran sentido de ser hija de Dios, tu amor a la Virgen y enseñarme los primeros pasos en la oración.
Reconozco el gran amor que me tuviste hasta el final, nadie nunca más me ha amado con ese cariño desinteresado e incondicional.
Reconozco, reconozco, reconozco…
¡ que me duele inmensamente ya no tenerte conmigo !

J) Evocaciones maternales:

Cabello…

Aún recuerdo como peinaba mis cabellos
siento como sus manos me lo tocan
sus dedos imaginarios me lo trenzan
o me hacen la cola de caballo
es sólo cerrar mis ojos un momento
y sentir la suavidad al evocarlos
oír su amada voz al platicarme
mientras intenta desenredarlo
yo haciendo gestos en mi cara
porque siento el dolor al jalarlo
diciéndole que no me gusta tan liso
que no me gusta el peinado de lado
que no me gustan los ojos chinos
de tanto que lo ha sujetado.

Manos…

Tenía bonitas manos aunque muy trabajadas
me gustaban la forma de sus uñas alargadas
me gustaban mucho al platicar agarrárselas
tenía bonitos dedos que un anillo ovalado portaban
sus manos eran suaves cuando me acariciaban
hundía sus dedos en mi rostro y me musitaba:
¨Te amo hija mía¨ y un beso en mi frente depositaba.

Mirada…

Ojos tristes y serenos de mirada almendrada
de dulzura infinita estaba llena su alma
me miraba y al mirarme sentía que me acariciaba
que me entregaba su corazón en una sola mirada
quería que sus ojos me siguieran cuando la dejaba
quería dejar sus ojos en mí… para que no la olvidara.

Palabras inolvidables… tatuadas en mi corazón:

¨Nunca tengas miedo que yo estaré contigo¨
¨Te amo hija mía¨
¨Eres la mas hermosa para mí”
¨Nunca te olvides que te amo aquí y siempre¨
¨Los amo a ti y a tus hermanos por igual¨
¨Lucha por estudiar y salir adelante¨
¨Confío plenamente en ti¨
¨Estoy muy orgullosa de ti hija¨
¨Dios te bendiga en cada paso que des¨
¨Nunca te alejes de tus hermanos sea la causa que fuere¨
¨Nunca te olvides de las fechas importantes¨
¨Se tú misma no como los demás quieren que seas¨
¨Escucha a Dios en tu corazón¨
¨Si yo me voy primero vendré por ti si me necesitas¨
¨Perdona siempre y olvida más¨
¨No guardes rencor¨
¨Has sido buena hija, Dios te lo tomará en cuenta¨

K) Siempre me harás falta…

21 Mayos sin ti
Casi 21 Navidades y Años Nuevo
21 Cumpleaños sin tu felicitación
21 Onomásticos
21 Abrazos sin dar
2 Sobrinos de los cuales no supiste
Y sabes?... ¡ no conociste a Abril!
Ni a al amor de mi vida
Ni viste en mi boda mi rostro felíz
Ni la tristeza cuando murió tu amado
Ni la noticia que triste recibí…
¿ O has estado conmigo todos estos 21 años
como me lo prometiste?
¡ Dime que sí !
♥♥♥
Vicky E.Durán
Agosto 2009

* Mañana 06 de Agosto mi madre Ana María cumplirá 21 años de fallecida, la recuerdo con estos versos, con la música que le gustaba, la de mariachi, la ranchera y los valses, en especial el vals de Alejandra. Siempre le preguntaba si tanto le gustaba ese vals porque no me puso Alejandra...

Besos, los quiero mucho!

viernes, 31 de julio de 2009

Las tribus sonorenses. Primera parte.


En Sonora, un estado al norte de México que hace frontera con Estados Unidos, existen diversas tribus, sobresaliendo la tribu de los Yaquis, pero antes de hacer mención de la clasificación de las mismas, es importante señalar que significa Sonora.

En el libro Historia de Sonora, escrito en 1984 por Eduardo W. Villa indica:

¨En nuestro Estado, aún recurriendo a todas las fuentes de información asequibles, nadie ha podido explicar hasta hoy de una manera satisfactoria y sin que deje lugar a duda, cual es el verdadero origen y significado de la palabra ¨SONORA¨. Una de las versiones más generalizadas es la de que procede del vocablo ópata ¨Sonotl¨, que significa hoja de maíz; otros pretenden que dicha palabra provenga del propio vocablo, pero aplicado como nombre de una ramificación de la tribu ópata, que se dice habitó cerca de un ojo de agua cenagosa, situado entre los actuales pueblos de Huépac y Banámichi, sobre la ribera izquierda del Río de Sonora. Mi desautorizada opinión es que la dicha palabra procede del sustantivo español ¨Señora¨, fundándola en lo escrito por uno de los más antiguos historiógrafos que se han ocupado de estas tierras, el capitán don Juan Mateo Mange, quien habiendo acompañado al padre Kino en sus diversas expediciones científicas y apostólicas, dio a publicidad unas memorias que intituló ¨Luz de Tierra Incógnita en la América Septentrional y Diario de las Operaciones en Sonora¨. Estos apuntes fueron escritos hacia los últimos años del Siglo XVII y primero del XVIII.

Al referirse a la etimología de la palabra ¨Sonora¨, asienta que antes de la venida de los conquistadores españoles a esta región, Alvar Núñez Cabeza de Vaca, Alfonso del Castillo Maldonado, Andrés Dorantes de Carranza y un negro a quien nombraban Estebanico, únicos sobrevivientes del desastre que sufriera don Pánfilo de Narváez en las costas de la Florida, el año de 1528, fueron los primeros europeos que pisaron tierra sonorense, después de atravesar el ancho Continente desde el Golfo de México hasta el de California, y que en sus peregrinaciones se establecieron en el Valle de los Opatas a inmediaciones de un poblado de aborígenes, donde edificaron una capilla, colocando en el improvisado altar un cuadro de Nuestra Señora de las Angustias, pintado por el mismo Cabeza de Vaca sobre una piel de cíbolo; que habiendo vivido ahí aquellos por algún tiempo, los indígenas se esforzaban por pronunciar las palabras ¨nuestra señora¨ sin poder lograrlo con la tilde, diciendo a menudo ¨la senora¨, hasta convertirse en ¨La sonora¨ después.

Geógrafos e historiadores no están de acuerdo en el lugar donde estuvo edificada esa capilla, e imposible nos sería y nos es identificarlo hoy; pues no existiendo centros fijos e importantes de aquella población, y desaparecida ya con los años, la conquista y la civilización, toda huellas que nos orientase en la investigación, imposible es, como se ha dicho, localizar tan interesante construcción.

Se cree, con algún fundamento, que el poblado donde se construyó la capilla a que se hace alusión, estaba en una meseta como a cuatro kilómetros al Norte del actual pueblo de Huépac, por haberse encontrado allí vestigios de un pueblo antiguo. El río serpenteaba, lamiendo el pie de aquella altura y regando una fértil vega extensa y muy hermosa, y se dice que interrogados los moradores indios por los conquistadores, que en nombre del más fuerte venían posesionándose de estas tierras ignotas, cual era el nombre de aquella comarca, respondieron que ¨La Sonora¨.

En tiempos de la conquista, tanto exploradores como colonizadores y gobernantes, generalmente daban nombres a las comarcas sometidas a la Corona de España, en honor y recuerdo de la Madre Patria; así por ejemplo: Nueva Vizcaya, Nueva Galicia, Nueva Extremadura, etc.; y aún cuando Sonora fue bautizado en diversas ocasiones con la designación de Nueva Andalucía, ese nombre no tuvo arraigo ni prosperó, como lo demuestra el hecho de que no aparece en los mapas o cartas geográficas delineadas por el padre Kino, con su carácter de Cosmógrafo Real, no obstante de haber permanecido éste radicado en Sonora y en ejercicio de esa comisión desde el año de 1680, hasta el de 1711 en que falleció.

Como es de suponerse, en aquella época no existía demarcación territorial bien definida, sino que con la designación de Pimería Alta se comprendía a los hoy ex –Distritos de de Altar, Magdalena, Arizpe y parte septentrional de los de Ures y Moctezuma: con el Pimería Baja se abarcaba a los de Hermosillo, Sahuaripa y parte meridional de los dos últimamente citados; el nombre de Ostimuri era aplicable a la faja de terreno situada éntrelos ríos Mayo y Yaqui, existiendo hasta el presente en el ex –Distrito de Sahuripa un pequeño poblado con ese nombre, ubicado al Sur del de Tarachi, correspondiendo propiamente el de ¨Sonora¨a la región conprendida entre Ures y Arizpe, como verse en el mapa del padre Kino.¨

En la actualidad El Estado de Sonora cuenta con una superficie territorial de 184 mil 934 km², forma parte de los Estados Unidos Mexicanos, y se encuentra ubicado en su lado Noroeste y ocupa el segundo lugar en extensión de entre todas las entidades federativas de la República, con una porción de 9.2 del total de la superficie. Colinda con los estados de Chihuahua al este, Sinaloa al sur y Baja California al noroeste; al norte comparte una extensa frontera con el estado de Arizona y una más pequeña con el de Nuevo México de Estados Unidos y hacia el oeste colinda con el Mar de Cortés o Golfo de California. El estado se divide en 72 municipios: Aconchi, Agua Prieta, Alamos, Altar, Arivechi, Arizpe, Atil, Bacadéhuachi, Bacanora, Bacerac, Bacoachi, Bácum, Banámichi, Baviácora, Bavispe, Benjamin Hill, Caborca, Cajeme, Cananea, Carbó, La Colorada, Cucurpe, Cumpas, Divisaderos, Empalme, Etchojoa, Fronteras, Granados, Guaymas, Hermosillo, Huachinera, Huásabas, Huatabampo, Huépac, Imuris, Magdalena de Kino, Mazatlán, Moctezuma, Naco, Nácori Chico, Nacozari, Navojoa, Nogales, Onavas, Opodepe, Oquitoa, Pitiquito, Puerto Peñasco, Quiriego, Rayón, Rosario, Sahuaripa, San Felipe de Jesús, San Javier, San Luis Río Colorado, San Miguel de Horcasitas, San Pedro de la Cueva, Santa Ana, Santa Cruz, Sáric, Soyopa, Suaqui Grande, Tepache, Trincheras, Tubutama, Ures, Villa Hidalgo, Villa Pesqueira, Yécora, General Plutarco Elías Calles, Benito Juárez y San Ignacio Río Muerto.

Continuará…

Fuentes: Historia del Estado de Sonora, Eduardo W.Villa
Sonora. Historia y Geografía, Tercer grado. Secretaría de Educación Pública.
Vicky E.Durán
Julio 2009

lunes, 27 de julio de 2009

A tí Javier


A tí Javier

Eres el espacio vacío de mi abrazo anhelado
el beso dado al aire desde hace muchos años
las lágrimas sin líquido que resbalan en mis adentros
la agonía en vida que poco a poco voy sintiendo.

Eres mi hermano cómplice en travesuras de antaño,
el de las pláticas de madrugada, riendo y soñando,
el que me comprendía, el que sabía ser el hermano tierno,
el de la sonrisa y mirada triste, el del eterno verbo.

Eres la ausencia que se gesta día a día, año con año,
eres esperanza que se aviva de acariciarte con mis manos
eres semilla sembrada en mis noches que te sueño
anhelando cosechar el beso que te envío cada que duermo.

Eres la hoja de ese trébol que porta solo dos hojas ya sin tallo
eres mi sangre, eres mi historia, mi apellido, eres mi hermano
cada instante voy perdiendo la cuenta del inexorable tiempo
que pasa sin que te tenga en mis brazos, sólo en mis recuerdos.

Eres mi hermano al que añoro, que vives ausente y lejano,
eres mi hermano al que presiento, al que siempre amo,
al que quisiera volver a sentir en un abrazo fraterno
darte ese beso en tu frente, que sella nuestro amor eterno.

Vicky E.Durán
Julio 2009
***
A mi hermano Francisco Javier que hoy 27 de Julio es su cumple.
Te amo con todo mi corazón y mucho te extraño
Te recuerdo con tus canciones que tanto te gustan.
Dios te bendiga.
Tu hermana Vickokis!

miércoles, 15 de julio de 2009

La danza del venado


La Danza del Venado

Sigiloso, sin levantar la arena desértica
entre algunas flores silvestres de biznagas
o las campanitas que ofrecen horizonte morado
que nacen de noche y mueren de día…
se desliza el maaso con su cuerpo fino y delicado
entre matorrales, peñascos y sahuaros
asi va oteando el peligro
buscando un oasis o las orillas del río crecido,
tímido, cauteloso, expectante,
se agudiza el instinto de sobrevivir
existen muchos pascolas prestos a cazarle,
se disfrazan una veces de coyote, puma,
otras de violento ser humano,
que no siempre caza por hambre…
observa las llanuras que son casi del color
del pelaje que se camufla,
solo la cola blanca y la ornamenta afilada
le descubren como la presa anhelada.
Ha logrado llegar a la sombra del mezquite
donde reposa el alimento raquítico,
se oye el cascabel del peligro
cual sonajas de los ayales y los tenabarim
levanta su vista entre el pasto crecido y seco
los nervios se apoderan al instante
voltea al frente, a los lados, atrás,
el cazador se camufla ahora,
la respiración se agita,
el cuerpo esbelto y ágil emprende la retirada,
es demasiado tarde… la flecha a dado al blanco…
Cae, se levanta, vuelve a caer,
la danza mortal ha comenzado
la lucha contra la muerte en sacudidas danzantes,
un ultimo esfuerzo, las patas no le sostienen
cae por última vez como fardo
convulsiones, quejidos, miedo en la mirada,
respiración entrecortada
los latidos del corazón se van apagando,
entre sonidos de tambor de agua y guajes secos
mientras a lo lejos se oye un canto lastimero
de un pueblo que llora
de un pueblo que se niega a morir
el pueblo de los yoremes buenos
el pueblo yaqui que siente el tum tum
del venado que trémulo espera la muerte.
-
Vicky E.Durán
Julio 2009
-
Con cariño para la reservación yaqui establecida en mi natal Sonora.
***
La Danza del Venado
Canto popular yaqui
en lengua cahita
Malichi, malichi, malichi
Ciervo, ciervo, ciervo
Yeu se gueye cai tuca aniapo
Al mundo va saliendo de noche
Ca into segua bampo yeyegue
Ya no juega el agua ni la flor
(se repite varias veces)
Tuca aniapo yeu ne sica saila
Me salí, mi hermano
Cauni tucatane vichacane yeu
De noche en su mundo
Ne sica saila
Más no vi la noche y me fui, hermano
Ca into segua bampo yeyegue
Ya no juega el agua ni la flor
(se repite varias veces)
Teweli nom u cau na bichaca
Más no vi la nube azul en el cerro
Caupo ne yeu ne sica saila
Y me salí, mi hermano
Sewau ne chasime
Y voy siguiendo la flor
Machi jecapo yeu ne sica
De día me salí con el viento fresco
Tau na tule saila machiga jecata
Y en verdad me gustó, mi hermano
Tua na tule saile
El viento fresco
Machigua jecapo ne yeu ne sica
Y en verdad me gustó, mi hermano
Sewau ne chasime
El viento fresco.

lunes, 29 de junio de 2009

Hoyuelos en las mejillas



Hoyuelos en las mejillas
- - -
Aún recuerdo ese día como si fuese ayer, te quitarían las vendas de tus ojos y yo, entre ansiosa y dudosa me comía las uñas, muchas veces había visto escenas de películas o de telenovelas, donde una persona a la que habían operado de la vista le quitaban los vendajes y en todas esas escenas había habido un final feliz. ¿Sería este la excepción?

Habían pasado ya algunos años durante mi adolescencia que tú empezaste a perder la vista y ya tenías cinco años sin ver. Recuerdo que siempre teníamos que mantener las cosas en un mismo lugar porque si las cambiábamos tu podías tropezarte, siempre querías que te leyera, ¡ay ¡ ¿cómo olvidar que mantenías tu interés en esos libros semanales de la novela Gabriel y Gabriela de Yolanda Vargas Dulché?, esperaba cada viernes para ir a comprar ese librito y nos manteníamos interesadas en la trama, recuerdo como gozaste después escuchar la novela en televisión que vimos mucho tiempo después diferida y hasta nos sabíamos cual sería el capítulo siguiente. Te leí varios libros, pero el que nos quedó muy marcado fue el de Un Capitan de quince años de Julio Verne. Cada tarde esperabas ansiosa que nos fuésemos debajo de aquel álamo y tu recostada en la hamaca y yo sentada en una silla, te leía saboreando ambas una taza de café recién colado. Recuerdo que gracias a ese libro le pusiste Dingo a aquel perro que nos regalaron y que tenía un pelaje como pradera amarilla, en honor al perro que aparece en esa historia.

Como te recuerdo madre mía, en ese episodio, tan valiente tú, siempre mostrándote fuerte ante la adversidad, en esos ires y venires ante doctores, hospitales y curanderos que no te devolvían la vista, decían que tu mal era incurable. Pero si acaso tú sabías de un nuevo doctor o de alguna persona que podría curarte aunque no fuese profesionista allá íbamos, las ganas de creer, las ganas de confiar, las ganas de volver a mirar, eran las que te mantenían entusiasta. Fueron años de luchas, de sinsabores, de esperanzas y desilusiones, mas tú ahí estabas tratando de salir adelante, haciendo tus labores del hogar con dedicación y esmero, con amor a tus hijos (nosotros), con devoción a tu compañero de vida.

Aprendiste a caminar entre las plantas y tus flores, me preguntabas: ¿cómo está ahora mi payasito? refiriéndote a aquel rosal de colores, luego tus árboles frutales, tocando los botones ya casi florecidos y próximos a convertirse en frutos, con una certeza plena me decías: tal día ya podremos comer membrillo, o durazno, o granada, según fuese el árbol de tu atención.

Tus otros sentidos se agudizaron: el del tacto, el del sabor, el del olfato y el del oído; me decías que al no ver podías identificar por medio de los pasos, por medio de la voz o por medio de los olores a una persona. Con el tacto podías saber la forma que tenían las cosas o darte una idea muy aproximada de ellas.

Aún sin luz en tus ojos tuve que irme de tu lado, tú me motivaste para que emprendiese el vuelo y buscara mis sueños, pero siempre volvía a tu lado, siempre trataba de no permanecer mucho sin verte, sentía que debía estar contigo y muchas veces me sentí egoísta por buscar mi futuro en otra ciudad y no atenderte como la única hija mujer que tenías, más de nuevo tú, volvías a motivarme y que nunca dejara mis metas de estudio y superación.

Viene a mi mente aquella ocasión cuando fuimos a Hermosillo, Sonora, para ver a un Doctor que nos habían recomendado, un oftalmólogo muy eminente, me dá dolor recordar ese episodio porque te hizo llorar, ya que podría haber sido un gran doctor pero de humano no tenía nada. Después de hacerte una revisión rápida, con las manos oliendo a cigarro y los lentes empañados y sucios, te dijo tajante: ¨señora ya no ande perdiendo tiempo, usted no tiene remedio, nunca volverá a ver y no tiene caso que la siga revisando porque tengo muchos pacientes mas esperando¨, recuerdo tu carita consternada, impotente, desilusionada, transida de dolor, me pediste que nos fuésemos de ahí y entonces, te dejé sentada en aquella inmensa sala de espera y me regresé con ese doctor y le dije: ¨Usted podrá ser muy buen doctor pero no tiene trato humanitario, usted no tenía que haber dicho eso a mi madre y espero que Dios nos haga el milagro y ella algún día volverá a ver¨. Pasó mucho tiempo de ello, porque tú perdiste todas tus esperanzas y ya no quisiste volver a andar en citas médicas ni hospitales, pues siempre volvían a tu mente esas palabras crueles que te había dicho ese doctor.

En una de mis vacaciones en nuestro pueblo, dos años después de ese incidente, siendo navidad recuerdo que te enfermaste de gripe y tos, tuvo que ir una doctora a la casa para atenderte y ahora yo considero a esa doctora un ángel en nuestras vidas, porque inmediatamente se dio cuenta que tú no mirabas y te empezó a hacer preguntas sobre tu ceguera, haciéndote que miraras hacia la luz de la habitación y pasando una mano sobre ella, te preguntaba si notabas algún movimiento, tu asentías diciendo que lo sentías así como cuando uno cierra los ojos y a través del párpado aprecias la luz y los movimientos de cosas. Luego ese ángel nos concentró a mí y a mis hermanos que también estaban de vacaciones en mi pueblo, nos pidió que te llevásemos a la siguiente semana a su consultorio porque ella pensaba que tu podías volver a ver. Ella nos consiguió el pase con el especialista de la vista.

Y heme aquí estaba en ese consultorio esperando ahora que te quitasen los vendajes. ¡ Que decir de todo lo que tuvimos que pasar para lograr que te hicieran la operación!, teníamos tantas carencias económicas y a pesar, que tenías seguridad social médica, sólo te cubrían al especialista y el hospital, más no así el lente intraocular que necesitabas. ¡Que contar de las actividades y colectas que tuvimos que hacer para lograr todo eso!, no me importó madre mía andar de casa en casa pidiendo centavo a centavo, peso a peso, para juntar el precio requerido. No me importó faltar a la Universidad unos meses y que me mandaran a exámenes extraordinarios, ¡tú necesitabas de mí en esos momentos!, no me importó las críticas ni los momentos de tensión ante lo incierto. No me importó dormir en el suelo cerca de tu cama de hospital para estar contigo en esos días mezclados de temores y esperanzas, como no me importó estar seis horas ante la sala de espera pendiente de tu salida del quirófano, ni los días posteriores con tus vendajes y cuidados extremos, ahora estaba yo en esa sala de un consultorio en Nogales, Sonora, del reconocido Oftalmólogo Arturo Loustaunau que desde un principio en la primer consulta derrochó toda la ternura en tí, el buen trato y el sentido humanitario que todo doctor debería tener.

Estaba Yo y mi padre Salvador esperando, el había venido para estar con nosotras en ese momento único. ¿Qué pasaría? Fueron los instantes mas eternos que he sufrido en mi vida, tenía temor que no volvieras a ver, pero al momento la fe en Dios estaba presente, tanto había yo rezado en la sala de espera del hospital, ahí sola tuve mucho tiempo para pensar y pedir, para meditar y volverme por una vez en mi vida más consciente del poder de Dios. Y ahí estaba yo ahora, temerosa, con las lágrimas a punto de salir, y el doctor poco a poco te fue quitando uno a uno tus vendajes... entonces apareció tu ojo operado (después se programaría operar el otro), y te quedaste intrigada viendo hacia el techo, tu recostada en un sillón. La pregunta anhelada: ¿mira usted algo Anita? Y tú, abrías mas el ojo tratando de ver y musitaste que no. Sentí como un hoyo se abría en mis pies, sentí como una especie de desmayo, de ganas de llorar ante la desilusión. Entonces el doctor poniendo diversas graduaciones de lentes sobre tu cabeza empezó a preguntarte de nuevo: ¿mira usted algo ahora? Y entonces oí que dijiste: ¨Si, lo miro a usted doctor¨.-
- Dígame ¿qué ve usted?
- Miro que usted tiene canas y tiene bigote ¡Qué palabras más bellas!, justamente así era el doctor Arturo, pero yo pensaba que estaba soñando y que no era realidad eso que oía, luego el doctor me dice que me acerque y le pregunta a mi madre:
- Mire quien esta aquí,¿la conoce?
- Si, - contestó mi madre- ¡es mi hija!
- Dígame como anda vestida
- Trae una blusa verde
- Muy bien Anita y ¿qué mas?
- Ahora he vuelto a ver su sonrisa y ¡los hoyitos de sus mejillas que tiene desde que era mi bebita!¨

Ahí no pude más y solté el llanto, habías vuelto a ver madrecita y eso era el mejor regalo que tuve en mucho tiempo. Salimos con las recomendaciones médicas de ese consultorio ya sin vendajes, sin nada que te tapara tu carita, por esas calles largas de Nogales, y tú... como niña que recién empieza a leer, ibas leyendo cada letrero de anuncios y nombres de calles, del brazo mío y de mi padre. Pasamos aquella cuadra con piso rojo y tú mirabas y mirabas hacia el suelo y decías: es rojo, el piso es rojo. Mirabas al cielo y te quedabas maravillada con ese azul que decías era el más bonito que habías visto en mucho tiempo.

Cuando llegamos a nuestro Santa Ana hubo muchas visitas de los amigos, vecinos y familiares, todos querían verte y constatar que habías recuperado la vista, llegaban felices y fue un desfilar día y noche, haciendo muchas tazas de café y la plática consabida, casi me daban ganas de grabar la historia para poner la grabación, porque al nuevo visitante tenías que contarle todo desde un principio aunque hacia media hora ya lo habías contado al anterior; pero se notaba el buen deseo de las personas y el gusto entrañable que se sentía en cada una de ellas. La parte humorística la puso Doña Cleotilde, una vecina de voz muy chillona, llegó al tercer día de estar ahí en nuestro pueblo y muy emocionada te agarró de las manos, acercó su rostro muy cerquita al tuyo e insistía en que le dijeras quien era ella... y tú contestándole quien era, ella toda feliz decía : ¨ayyy si ve, doña Anita si ve, ¡ya me conoció! ¨ ; Y en cuanto ella se fue, tú, muerta de la risa lo contabas: ¨¡Pues aunque no hubiera visto, con la pura voz la conozco a doña Coti!¨

¿Sabes Madre? Muchas veces pensé en ir con aquel doctor de Hermosillo y llevarte, decirle que íbamos otra vez a consulta con él y cuando volviera a decirte que no tenías remedio, entonces que tú le dijeras todo lo que había en su consultorio y que por favor lavara los lentes sucios que portaba para que no anduviera haciendo diagnósticos erróneos, me imaginaba su rostro enjuto y sorprendido y nosotras riéndonos a carcajadas saliendo de su consultorio muy campantes!

Que episodios con tu vida madre, todos han sido llenos de fortaleza, templanza, decisión y aceptación. Decías que no importaba que no pudieran operarte el otro ojo, que dabas gracias a Dios y a la Virgen por haberte permitido volver a ver los colores del mundo, los rostros de las personas, tus plantas y tus flores, volver a leer ahora sí con tu vista, los libros que yo ya te había leído y me decías: ¨Esto es para ver si no pusiste algún episodio de tu cosecha¨; pero sobre todo volver a ver a tu familia, a mi padre y a nosotros tus hijos.

Evocar tus bellos ojos cafés, reflejarme en tu mirada, sentir tus besos dulces en mi cara, es un tierno recuerdo. Me agarrabas el rostro con tus suaves manos y con el dedo índice y el pulgar de tu mano derecha, los hundías uno a cada lado de mi boca y musitabas: ¨ ¡ Valió la pena todo, con tal de volver a ver los hoyuelos de tus mejillas!, esos hoyitos que yo te hice con mis manos desde que tenías tu piel tiernita de bebé¨.


Vicky E.Durán

Agosto 2008

sábado, 20 de junio de 2009

Mi padre de crianza... ¡ mi verdadero padre !



Mi padre de crianza... ¡ mi verdadero padre !
Hombre rudo
Hombre de campo
Hombre parco al hablar
Hombre con el sol a cuestas
Hombre de temple
con el sabor silvestre,
con rostro curtido, moreno reluciente,
ojos vivaces,
con manos de bronce,
manos ásperas
fuertes... cual roble.

Enfundado en traje mezclilla,
inconfundibles camisas a cuadros,
las botas de piel,
cinturón de cuero a la medida,
en la cabeza el eterno sombrero,
siempre orgulloso vaquero.
Diestro en la naturaleza,
La lluvia
El arado
La siembra
La cosecha,
leche bronca de las vacas o las chivas,
derramando en tus manos,
¿ cuántos becerros vinieron a esta vida
y tú fuiste el primero en tocarlos?

Airoso en córcel indomable
montado a puro pelo,
haciendo saber quien era el amo,
doblegabas al instante,
cabalgatas en las tardes
en el pinto o en el zaino
o en ese potro antes salvaje.
Me pregunto cuántas veredas creaste,
cuantos caminos, cuantas piedras,
cuanta maleza tu pisaste,
cuántos árboles conocían tu presencia
y si la tierra casi desértica aún reclama
esas semillas que con tus manos le sembraste,
daciéndola fértil, haciéndola bella,
y esas tantas veces que con el arado la horadaste,
las caricias que le diste, cuando la cosecha levantaste,
pasando ramas sobre ella, dándole masaje.

Y aquel San Isidro
que dominaba en el mezquite a medio rancho,
el santo de la cosecha en el que siempre confiaste,
¡ vaya milagro ¡ en pleno árbol florecieron dos cactus...
Y tú... orgulloso lo pregonabas a quien quería escucharte,
a gente extraña, a los del pueblo o a los amigos de siempre,
o a Peter o Bettina, nuestros vecinos americanos,
a los que siempre tu amistad brindaste,
a Don Ernesto y Doña Julia, mexicanos con residencia legal,
en el Rancho de Celaya tras la línea fronteriza
que no dividía el cariño fraternal que les entregaste.

La mazorca en aquella troje
el frijol sobre la manta saliendo a palos,
las sandías roja grana,
las calabacitas tiernas al sartén,
la cebolla, el tomate,
el trigo, la cebada y las papas,
¿ que quieren comer hoy mis muchachos?
un pollo, un puerco, un conejo... una vaca?
¿ un caldito de tortuga o carne de caballo?
hoy he cazado un venado... ¿ lo quieren acaso?
codorniz, perdiz ¡ a su mesa! O ¿ quieren un pato?
 ¿Quieren agua fresca?
hay de limón, de pamita o de naranja,
de cebada o de horchata,
¿ un atole pâl empacho? Tengo de tapiro, de maíz,
de pechita o de harina o ¿ quieren champurrado?
díganle a su madre ¡ que lo vaya calentando!

Las tortillas ya casi están,
son las sábanas sonorenses que al hombro dan,
se estiran poco a poco desde las manos,
todo el brazo cruzan, luego se avientan al comal,
frijolitos de la olla con sus chilitos asados,
o los quieren maneaditos con queso asadero?
papas fritas y cebollitas con sal,
el café de talega con su ración de dulce pan,
todo un conjunto innigualable,
La tarde en Sonora... ¡ sobremesa familiar!
de postre un cubierto de biznaga o de calabaza,
dulce de membrillo o duraznos en almíbar,
un jamoncillo o arroz con leche, pasas, canela y azúcar.

Y ahora que casi llegamos al final,
los grandes tómense un bacanora,
para el desempanse que nos haga gozar...
el tiempo ha cambiado, se avecina tempestad,
la lluvia ya viene, se acerca el temporal,
aquellas nubes lejanas... aquí pronto estarán,
guarezcánse mis niños, metan la leña a la casa,
la estufa nos debe calentar...
Tú, muchacha suata... ¡ ayúdale a tu mamá!
¡ Destiende la ropa del tendedero !
¡ anda corre ¡, que el polvo ya llega y tras él... ¡el aguacero!
la lluvia rápido camina, lo persigue, lo alcanza...
y tú no querrás mañana lavar los trapos,
quitarles el lodo, quitarle la mugre, dejarlos ¡ blancos!,
Anda ve, no seas mula y haz caso.

Y ustedes muchachos corran,
tapen los conejos, las gallinas, los patos,
no dejen abiertas las trancas, ni las vacas afuera,
a los caballos pónganles un lazo,
cobijen los becerritos, cubran a los chivos
¡ metan a la casa a los gatos!
suelten a los perros, que busquen refugio,
¡ traigan dentro las jaulas con los pájaros!
tapen los espejos, no toquen el metal,
no se asomen por la puerta
ni miren por el ventanal,
la naturaleza es violenta, impredecible,
rayos y centellas no se hacen esperar,
sólo silbidos de vientos por la tarde
seguidos por la luz y estrepitoso sonar,
ensordecen por instantes,
una chiquilla quiere llorar...

El viento azota con fuerza la casita de adobe,
el techo amenaza con saltar,
mi madre nos arropa, nos tapa la cabeza,
¨no anden descalzos¨musita: ¡ póngamonos a rezar!
así pasan varias horas, titiritando de miedo y frío,
Yy se escuchan ambos ríos el agua llevar,
rancho entre dos afluentes, milpa de temporal,
yo agazapada casi sin aliento,
mis hermanos los valientes sentados a mi lado
un gran abrazo me dan.

Cuando las lágrimas en mis ojos
pugnan por salir, cuando quiero sollozar,
descubro algo que en mi mente quedará...
veo la figura de mi padre de crianza,
que se dibuja en la esquina, ya en penumbras,
con un cigarrillo prendido, el rostro pensativo,
dominante, fuerte, seguro de sí mismo,
dice con voz varonil: ¨la tormenta ya ha pasado,
vayamos a ver a los animales, cuantos destrozos hay,
si los ríos van crecidos y amenazan inundar¨
¡ prendan ya la lámpara!
¡ pongan el café a calentar!
¡ vamos muchachos revisemos el rancho!
Tú, mujer y la chamaca preparen las camas,
porque debemos descansar,
mañana será un día largo,
y ¡debemos madrugar!
Mis ojos inocentes, reparan en su férrea presencia,
siento su amparo, su dominio, su entrega de Padre
el que me cría como fiera a sus cachorros
el que eligió como compañero mi madre,
la paz vuelve a mí, sólo seis años en mi haber,
tres años le conozco ya y no lo había notado,
entiendo la divina protección
que Dios me ha regalado,
a falta del padre de sangre, mi padre de crianza
hombre a su familia siempre entregado...
¡Dios! ¡Cuanto le he amado!

Con inmenso amor a mi Padre Salvador Valencia Gónzalez
Fallecido el 23 de Noviembre de 1996.Vicky E.Durán

miércoles, 17 de junio de 2009

Mi hermano mayor


Mi hermano mayor

Tú... mi hermano mayor, para mí simbolizas:
Historia... mi propia historia a tu lado
Hogar... donde hizo falta el abrazo del padre,
Amor fraterno... diáfano, profundo, eterno,
Hermanos... fuímos cuatro y sobrevivimos tres,
Juegos Infantiles... aquellos que ideábamos,
Madre... Ana María... un mismo regazo de amor,
Padre de crianza... distante en abrazo, a su manera nos amó.
Desventura... viviste de cerca la soledad de nuestra madre,
Ejemplo... siempre fuiste el ejemplo para nosotros,
Protección... al pedir recibir el castigo, protegiéndonos,
Unión... en el dolor y en la felicidad,
Travesuras... como aquel día que me cortaste una trenza,
Cuentos compartidos... al calor del fuego de la estufa de leña,
Noche estrellada... acostados en la noche a cielo abierto, fantaseando,
Formas en las nubes... por aqui un león y un barco más allá,
Papalotes... ingredientes: periódico, palillos, harina e hilo,
Dulces en el agua... haciendo nuestra agua de sabor,
Dulces del mezquite... chucata dulce y pegajosa,
Bombón quemado... en el fuego del hogar,
Elotes asados... directos de la milpa al paladar,
Leche bronca... ordeñando vacas y servida al café,
Naturaleza... a veces en calma, a veces violenta,
Aventuras... al recorrer lugares inhóspitos,
Trabajo duro... te admiro por el apoyo a nuestra madre,
Madurez a destiempo... soportaste tantas cosas, hubiese querido comprenderte,
Peligros... enfrentándonos día a día al vivir alejados de la civilización,
Ilusión... cuando me contaste aquella vez sobre tu primer amor,
El conejo en la luna... aquel que mi madre decía estaba comiendo una zanahoria,
Cercanía a lo salvaje... criando animales de diferentes especies,
Arar la tierra, sembrar y cosechar.... de sol a sol, tu piel tostada y lleno de sudor,
Nadar en arroyos... yo te veía grande, al poder zambullirte en el agua,
El guía en el campo... yo y Javier siempre te seguíamos, nos sentiamos seguros,
Experiencias nuevas... estuve ahí cuando por vez primera montaste un caballo,
Pobreza... sufrimos necesidades materiales pero el alimento no,
Gitanos... varios cambios de vivienda, de lugares, hasta hoy,
Fronteras... aprendimos desde niños ese significado,
Razas... primer contacto con personas de otro país,
Migración... vimos desde infantes la búsqueda de un mundo mejor,
Ternura... siempre he sentido por tí eso,
Espontaneidad... siempre diciendo lo que pensamos, somos iguales,
Sencillez... no hubo lujos, pero si apapachos de nuestra madre,
Vulnerabilidad... ante los díficiles momentos,
Libertad... para decidir que hacer en nuestra vida,
Complicidad... siento eso contigo, aún en el silencio,
Orgullo... siempre me he sentido orgullosa de tí,
Estudio... te admiro por esa capacidad que tienes de aprender,
Superación... poco a poco, has forjado tu destino,
Genialidad... eres un escultor de la madera,
Semejanza... en nuestros rasgos, en nuestra sonrisa de lado,
Dulzura... siento bonito al decir que eres mi hermano,
Hermosa sensación... al saber tantas cosas compartidas,
Compartir... Me has compartido tanto... hasta tus propios hijos que algunas veces los he sentido míos...
Ana Yadira, Isaí y Sarita... Gracias por dejar derramar mi amor maternal en ellos,
Chuyita... Gracias por darme la hermana que me faltó...
Abuelo... Eres un joven abuelo y gracias a tí, ya soy tía Abuela, de Abril Belén...
Juntos... a través del tiempo y de la distancia, seguimos unidos...
Y... aún habrá más que contar...
Te amo...con todo mi corazón y siempre podrás contar conmigo...
***

sábado, 13 de junio de 2009

A mi padre

A mi padre
***
Tengo de tí:
Rasgos físicos notables
el color de la piel,
rasgos de escritura similares
y acaso el romanticismo hecho poema.
***
Tengo de tí:
Tu sangre,
parte de tu historia,
una lejana imagen en mi memoria
y fotografías... muy pocas.
***
Tengo de tí:
Un amor contado por mi madre,
unas cartas perdidas en el tiempo,
tu presencia en momentos importantes
y una última sonrisa que atesoro.
***
Tengo de tí:
Tu apellido,
el pelo y los ojos negros,
el gusto por la poesía
y la búsqueda de un Dios misericordioso.
***
Tengo de tí:
La forma de sonreír de lado,
una firma en mi acta de nacimiento,
unos poemas por tí escritos
y de tus estudios... un certificado.
***
Siempre he añorado:
La caricia estando yo en el vientre
y ése: ¨te esperamos hija mía¨,
el cuento de hadas no contado
y el sentir el calor de tus manos en las mías.
***
El recuerdo de una sola vez en tus brazos,
un beso en una noche de fiebre e insomnio,
tu presencia en un festival escolar
o la caricia ante una desilusión.
***
El abrazo protector ante el miedo,
la palabra precisa ante una decisión,
el ánimo ante lo incierto
y los hurras y vivas por un éxito logrado.
***
Bailar ese vals de mis quince a tu lado,
el consejo paterno ante las dudas,
la autoridad amorosa en los desafíos
y el amparo en un momento de peligro.
***
El saber que me esperabas al llegar a casa,
el contar contigo por la vida,
el apapacho en los fracasos
y sentir tu calor en una noche fría.
***
No sabes como te añoré...
Cuando mi madre partió entre rosas y lágrimas,
y al caminar ante el altar el día de mi boda...
o ante la noticia que nunca podría ser madre
y que tu sangre ya no correría en mis descendientes.
***
Y sabes? Aún te amo y te espero...
no te guardo rencor... ése hace tiempo
lo guardé en un cajón y tiré la llave...
Hoy es tu cumpleaños, 20 de febrero...
pero no sé cuantos cumples... no tengo
bien la fecha de tu nacimiento...
No sé dónde naciste... como y cuando...
sólo tengo una parte de tu historia...
***
Entre lo que tengo de tí y lo que añoré y añoro,
hay mucha diferencia...
pero con lo que tengo me conformo...
¿ cuántos en el mundo no saben quien fue su padre o su madre ?
¿ cuántos no tienen ni una fotografía, ni siquiera una esperanza?
Aún te amo Padre... aún te espero...
No importa, es tu cumpleaños y quise recordarte a mi modo...
Agradecerte por existir
por darme la vida,
por darme a mis hermanos, los que conozco y los que no,
por estar conmigo cuando estuviste,
por contestar mis llamadas en la lejanía
y por ése: ¨¿cómo estás mijita chula?¨
***
Tu hija por siempre:
***
Vicky E.Durán
20 de Febrero del 2008

martes, 9 de junio de 2009

La chacha Micaila

La Chacha Micaila
Autor: Antonio Guzmán Aguilera
Declamado por: Don Manuel Bernal

Mi cantón, magresita del alma,
ya pa que lo quero,
si se jué la paloma del nido,
si me falta el calor de su cuerpo,
si ya sus canarios
de tiricia se han ido muriendo
si los capulines
ya no sueltan sus frutos del tiempo,
y las campanillas y las dormideras
se han caído tan recio
que cualquiera que va a visitarme
pisa sobre pétalos.
Y yo que la vide, dialtiro decaída
con los ojos negros
zambutidos en unas ojeras
cenizas, y aluego
los tales quejidos;
los tales mareos
que dizque eran vaídos
al decir del médico
¡ Algame la Virgen!
Yo nomás de acordarme, padezco
muncho escalofrío
y mi` hogo del pecho,
y se mi hacen las manos y pieses,
como los badajos de los timbres létricos.
¡Qué poco a poquito se me jué muriendo!
Tosía, tosía
y lloraba la probe en silencio.
-No llores, Micaila,
por toitos los santos del cielo,
decíale al verla llorando
y al decirlo, lloraba yo mesmo.
-Si te pondrás guena,
con los revoltijos que ti ha dado el médico
no sias disconfiada con las medecinas
que a mi me sanaron de aquel muermo.
¡Andale!, mi Chacha,
quero ver en tu rostro trigueño,
como dos tizones achispaos, tus lindos ojuelos
¡Ahi te ha traido
un rebozo de bola
mi compadre Chencho,
pa´ cuando te alivies
y en el cuaco trotón, en el prieto,
he pensado pa´ entonces que vayamos
los dos riales un sábado a verlo
¿Queres trigueñita?, y el domingo le entraremos
muy recio al mole
y a la barbacoa,
y a los asaderos.
y en cuanti qui Dios escurezca,
por el valle abajo
asegún se sigue la falda del cerro.
¡Micaila!, no llores
y le daba un beso,
Ella sonreía
un instante, pero
me miraba despues en silencio,
como si la sombra del presentimiento
le preñara los ojos de llanto,
que después derramaba en silencio.
El día de su muerte,
su rostro cenizo, me dio muncho miedo.
-¿Pos qué tienes, Chacha?
-No sé lo que tengo,
pero sé que me voy y es pa siempre
-Correré si quieres por el siñor médico,
¿queres, trigueñita?
-¿Ya pa que?, mejor tate aquí en sosiego,
quero hablarte por ultimo chacho,
antes de que me hoguen los remordimientos.
Asiéntate y oye. yo quise decírtelo
dende hace muchísimo tiempo
pero a la guena gueno, pos se me arrugaba,
¡Uno es mujer! Chacho, ¡Qué caray!,
y el miedo dizque no anda en burro,
pero ahora qué li hace, mi prieto,
si ya se te muere tu Chacha
qué se llegue a saber su secreto.
Hace unos seis años, siguro ¿recuerdas
que nos envitaron a los herraderos
los siñores amos?
-Vaya si mi acuerdo;
¿no jué aquel domingo
que salí cornao por un toro prieto,
cerca de las trancas, en el Rancho Verde
de`ñor Juan?
-El mesmo,
ya vide que si te acordates;
pos ahi tienes nomás qui al saberlo,
por la puerta falsa de la casa grande
me salí corriendo,
en las trancas jallé a don Antonio,
el hijo mayor de don Pedro,
que era por entonces alcalde del pueblo,
Pregúntele al punto
por ti, por tu herida, por tu paradero,
me dijo que en una camilla
te jalaron pa casa del médico
que si quería que me llevaba en ancas
en el punto mesmo;
aceté, ¡ qué caray!, no era cosa
de dejarte morir como un perro,
No nos vido naiden salir de las trancas
llegamos de un bote al potrero,
y a galope tendido trepamos
la cuesta del cerro,
y al bajar el barranco del Cristo,
tan jondo y tan negro,
don Antonio empezó con sus cosas,
con sus chicoleos;
que si yo era una rosa de mayo
que si eran mis ojos nocturnos luceros,
Yo a todo esto callaba, callaba; él se puso necio
me dijo que tú eras muy probe:
total un ranchero;
que él, en cambio, era dueño de hacienda
y de munchas talegas de pesos;
que ti abandonara
que nos juéramos pa México,
o pa los Uruapas o pa los Querétaros.
Yo me puse muy jira y le dije,
qui aunque probe, me daba mi prieto
pa presumir mucho
y andar diariamente con el zagalejo
muy lentejueliao
y cada semana con rebozo nuevo.
-Por si no no por amor, por la juerza,
me dijo rayando su penco,
y sin más me apretó la centura
y mi boca manchó con un beso,
Nunca lo jiciera, sentí que la sangre
cegaba mis ojos, y el furor mi seno;
saqué del arzón el machete,
y por las espaldas, lo jundí en su cuello.
Cayó hacia delante con un grito horrendo.
y rodó rebotando hasta el jondo
del desfiladero...
Naíden supo nada;
cuando lo jallaron todito disecho,
guiados por el puro jedor del barranco,
los jueces dijieron,
quesque jué un suicidio
por no sé qué amores y enredos,
Yo me estuve callada la boca
pero ahora, pos dime, ¿ya pa que, mi prieto?
Se quedó como estática; acaso
rezaba al morir, por el muerto,
La abracé llorando,
la besé en silencio,
y como una santa
que poco a poquito,
se me jué muriendo...
Mi jacal tá maldito...
si lo queres, pos ahi te lo dejo,
si te cuadra quémalo,
si se te hincha, véndelo;
yo mi güelvo a las filas, mi mamá,
a peliar por la patria mi güelvo;
si me quebra una bala, qué liace,
al cabo en el mundo,
pa los que sufrimos la muerte en el alma.
vivir o morir es lo mesmo.
Mi cantón magresita del alma
sin ella ¿ya pa que lo quero?



Antonio Guzmán Aguilera nació en San Miguel del Mezquital, hoy Miguel Auza, Zacatecas, México, el 21 de marzo de 1894 y falleció en la Ciudad de México el 5 de junio de 1958, cuando contaba con aproximadamente seis años de edad fue, con su familia, a vivir a la ciudad de Durango y seis años más tarde a la Ciudad de México, en donde murió su padre un par de años después.
En el año de 1920 inició su carrera como periodista al ingresar a El Universal Ilustrado como crítico de teatro, actividad que alternaba con las de escritor y compositor musical de teatro de revista.
Algunos años más adelante se incorporaría a la industria del cine como guionista, participando en películas tan importantes como Alla en el Rancho Grande, La mujer del puerto, además de otras de gran éxito, por ejemplo, La Llorona, Soy charro de Rancho Grande, Aguila o sol, Así se quiere en Jalisco, Soy charro de levita, entre muchas otras; también hizo un par de intentos como director de cine, primero co-dirigiendo Amapola del Camino al lado de Juan Bustillo Oro, y después en solitario, sin éxito, con La justicia de Pancho Villa (El gaucho Múgica).
*
Nota: Este fue uno de los poemas primeros que me tocó escuchar a temprana edad, marcandome un interés por esas lenguas indígenas y modismos mexicanos.
Vicky E.Durán


Nota: Para escuchar la declamación primero poner pausa al sonido principal de la página que se encuentra en la parte inferior de la misma.

jueves, 4 de junio de 2009

Herencias


Herencias

Agil para pensar,
pensante para actuar,
suspicaz en las mentiras
y mintiendo no sentir.
Inteligencia y timidez
tímida inteligencia bravía,
fuerte en la aceptación
aceptando esa fuerza interior…
Paciente para atacar
y al atacar entregarse,
Desnuda para caminar
y descalza para amar,
pisando las huellas marcadas
marcando cada paso hallado…
vistiendo solo lo necesario,
necesitando vestir el alma,
lloviéndote el cuerpo árido
y secándose la piel al viento…
danzando ante el fuego vivo
viviendo el fuego mismo,
pasión que quema como llama
y en las lenguas calientes se apaga,
india natural, indígena, aborigen
del yaqui vienes… ese es tu origen…
*
Vicky E.Durán
Junio 2009

sábado, 30 de mayo de 2009

Guerrera


Con cariño para Roxana Torres Neira
***
Guerrera que ataviada en acero inoxidable
con escudos de metal y de granito
defiendes la poesía, la prosa y los escritos,
tu espada rasga el velo de la rutina
tu flecha traspasa el aire que se mueve esquivo…
ese aire que volatiza la musa de los aedos
y ahí donde se vuelve etéreo el verso
lo atrapas como botín de guerras no acabadas…
le das la forma acompasada,
lo guardas como tesoro,
lo seduces, lo envuelves como joya de oro
pasa la prueba del crisol encendido y
cuando sabes que es tiempo de la victoria
lo muestras como bandera
símbolo de tu pasión de escritora….

Felíz Cumple Roxy, te deseo lo mejor de lo mejor!
Vicky E.Durán
Mayo 2009

jueves, 21 de mayo de 2009

Acú chiquitita acú acú


Arrullo de mi madre
***
Ese fue el primer canto que recuerdo de mi tierna infancia: ¨Acú chiquitita acú acú¨. Era la voz dulce de mi madre cantando a su hija recién nacida, mientras con uno de sus dedos estiraba mi labio inferior y dejaba entreabierta mi boca, asi como si acabase de amamantarme. Pienso que eso lo hizo desde que nací, porque con los años posteriores aprendí ese canto y después la ví haciéndolo con cuanto recién nacido llegaba a sus brazos. Los mecía con mucho amor, les hacía cariños, los niños la miraban entre asombrados e interesados en esa señora que les hablaba como si ellos entendieran, después agarraban confianza y se dejaban seguir arrullando, lo cual aprovechaba mamá para sobarlos o levantarles ¨la mollera¨. Mi madre tenía ese don de saber curar a los niños de empacho o de cólicos o con la mollera caída.

A los empachados les ponía unas franelas con ceniza calientita en el estómago durante un breve tiempo, mientras hacía plática con la madre, para saber cuando había iniciado el bebé con los malestares. Después los sobaba con aceite (ricino, almendras o del que tuviese a la mano), primero el estómago, luego volteaba al bebé y le sobaba la espalda, posteriormente con el puño cerrado le daba golpecitos de arriba hacia abajo, después poco a poco con sus dedos iba por cada una de las vertebras de la espina dorsal empujando suavemente, cuando finalizaba, venía la jalada de cuerito (agarrar la piel hacia arriba y estirarla) y de repente se oía como un ruido seco, decía: ¨ ya está curado su hijo¨ y el bebé bien a gusto se quedaba dormido.

Los cólicos los curaba con hierbas principalmente con tés de yerbabuena y algunas otras de las cuales no recuerdo los nombres. Mi madre era una experta en saber lo referente a lo que ahora sé que se conoce como herbolaria. Si tenía una persona dolor de estómago seguro que te decía: ¨ pon tantas ramitas de yerbabuena y te los tomas durante tales días¨, aprendí que el sauco era para las inflamaciones, la sábila para las heridas, la ruda para los oídos inflamados, el azahar para el insomnio o dolores de cabeza, la cáscara de naranja deshidratada para hacer tés para la garganta irritada, las barbas de elote o el canutillo para el mal de orín (cistitis), etc. Tenía un bote grande donde había diferentes frascos y recipientes con diferentes hierbas secas, las cuales podrían durar años y siempre servían. Ese bote siempre estaba cerrado y cuando lo abría se impregnaba un olor mezclado de hierbas en las habitaciones de nuestra casa.

Pero continuaré con lo de ese don para curar a los bebés que tenía mi madre. La mollera caída era otra cosa, me tocó mirar a los bebés con el cráneo hundido a la mitad de la cabeza, las madres llegaban preocupadas y diciéndole a mi madre todos los síntomas: no come bien, hace mucho ruido al mamar, no duerme sus horas, llora mucho. Acostaba al bebé y le sobaba los piecitos, con la palma de su mano los empujaba hacia arriba, luego le sobaba de la nuca y parte de la cabeza sin tocar donde estaba la mollera. Acto seguido sentaba al bebé en las piernas de la madre, se untaba la mano con aceite de oliva y metía uno de los dedos sobre el paladar del bebe y en un solo ademán subía la mollera.

Nunca hubo reclamos contra mi madre, siempre curó los empachos, los cólicos y las molleras caídas de los bebés que le llevaron. Además de todo eso, ella nunca cobró un centavo por ese don que tenía, lo daba con todo el amor a sus semejantes, mi madre fue una mujer increíble, fuera de serie y además nunca faltaba el ´Acú acú¨ mientras suavemente separaba el labio inferior del bebé y éste se quedaba dormido con la boquita semiabierta como si acabase de amamantarse.
***
Nota: En la foto estoy yo en mi primer cumple... seguro que no tenía empacho ni mollera caída, ni mucho menos cólicos con tremendo pastel!
***
Vicky E.Durán
Mayo 2009

miércoles, 13 de mayo de 2009

Yaquesita


Yaquesita debes temer al hombre yori
los yoris no respetan tu cultura, tus raíces,
no quieren tu gente, quieren tus tierras,
al hombre blanco le gusta la yegua fina
no las potrancas salvajes de las praderas…
Busca al yoreme que los ancianos te eligieron
mira sus ojos negros, sinceros y nobles
el yoreme es un honesto guerrero y buen hombre
cada amanecer irá hacia el horizonte
y cazará para ti el mejor venado y del puma
te traerá su piel para cubrirte en invierno.
Yaquesita no llores más por los cabellos de sol
ni extrañes la piel blanca y pálida del forastero
ni creas que más allá de las nubes se oculta
el mundo fantástico que te ha ofrecido,
son quimeras que se evaporan como el humo,
sus palabras son como daga fina que se adentra
en la piel quemante del desierto
el trae sus alforjas llenas de mentiras
el trae las armas que matarán tus ilusiones.
Yaquesita labios color de pitahayas
ojos y cabello azabache azulado nocturno
Piel trigueña, brillante, color durazno,
flor silvestre abruptamente arrancada,
cardenalita con canto silencioso y de llanto,
gacela hermosa, frágil y temblorosa,
los yoremes te bailan la danza del venado.
Reza a la Virgen del Camino y a Itom Achai
danza frenéticamente ante las lenguas de fuego
de los amores blancos.
Vicky E.Durán
Mayo 2009
***
Canción en lengua cahita (yaqui)
KAPO SEWA
Trigueñita hermosa tutulike yootu
kapo sewatabenasi welame
inepo into enchibasilaroa
enchi enamoraroaka niba welama
yoko matchuco ilitchi em joapo nee yepsak
bankota neu yechasaiwaateko
katee emo tiutuamtabenasiemo antua
pake itom mala kaita malisiaroane
inepointo ilitchi binota nee jeeko
cheane babaloreka emak eteone
inepo into ilitchienchi basilaroa
enchi enamoraroakaniba welama
***
FLOR DE CAPOMO
Trigueñita hermosa,
Linda vas creciendo
Como los capomos
Que se encuentran en la flor.
Tu, mi chiquitita,
Te ando vacilando,
Te ando enamorando
Con grande fervor.
Mañana o pasado
Yo voy a tu casa,
Tu mama te ordena
Una silla para mi.
Tu, mi chiquitita,
Finge no mirarme,
Ponte muy contenta
Porque estoy aqui.
Trigueñita hermosa,
Cuando tomo vino
Siento tantas ganas
De contigo platicar.
Tu, mi chiquitita,
Te ando vacilando,
Te ando enamorando
Y en ti me pongo a pensar.
Mañana o pasado
Yo voy a tu casa,
Tu mama te ordena
Una silla para mi.
Tu mi chiquitita,
Finge no mirarme,
Ponte muy contenta
Porque estoy aqui.